Después de los meses de invierno, el césped, como todo lo vivo, despierta y se pone en movimiento. Si vives en una zona como Valladolid, donde el frío es especialmente gélido, es probable que tu césped presente algún síntoma de deterioro.
Tranquilo, esto es normal: lo único que necesitas es ejecutar unas tareas de mantenimiento que pasamos a detallarte, o si lo ves dificil o no te quieres manchar las manos, confiar en Servicios Integrales Carreño para el cuidado y mantenimiento de tu césped ó jardín.
Regenerar el terreno: la escarificación y el aireado
Durante el invierno, se ha ido formando el fieltro: una masilla compacta de hojas y restos orgánicos que obstruye el paso de oxígeno y nutrientes. Por otra parte, debido a la presión de las pisadas y otros elementos, el suelo se ha ido compactando, lo que genera también una asfixia del terreno.
Con la escarificación, lo que hacemos es arañar la tierra para romper ese fieltro, utilizando un rastrillo o una máquina escarificadora.
El aireado consiste en agujerear la superficie del terreno. Podemos emplear una horca o una máquina especial, si la superficie es amplia.
Para completar, aplicaremos después una capa de arena de sílice y mantillo, conocida en jardinería como recebo.
La resiembra
Puedes hacerla en todo el césped o solo en zonas deterioradas: en ambos casos, la resiembra es muy recomendable en esta época.
Antes de sembrar la semilla, haremos una siega, un escarificado y un nivelado del terreno. La resiembra se llevará a cabo a voleo (con la mano) o con una abonadora y siempre de manera homogénea (es aconsejable mezclar las semillas con un poco de recebo de arena de río lavada). Tras esta operación, pasaremos el rulo para asentar el terreno y, finalmente, regaremos (lo haremos durante los diez días siguientes, manteniendo siempre la tierra húmeda).
El abono
A los quince días de la resiembra, debemos completar el ciclo con un abono, que favorecerá la implantación de las semillas y el crecimiento de las raíces. No olvidemos, no obstante, que sigue siendo imprescindible suministrar un abono de liberación lenta tres veces al año: en primavera, en verano y en otoño.
Tratamientos fito-sanitarios: musgo y malas hierbas
A principios de primavera, es una buena época para inspeccionar si te han salido malas hierbas. Si no hubiera aparecido aún ninguna maleza, puedes aplicar un herbicida preemergente para prevenir. Si han aparecido y no son muchas, prueba a arrancarlas manualmente (si no puede ser necesario un herbicida).
En cuanto al musgo: las condiciones invernales, como el frío y la lluvia y otros factores como una inadecuada fertilización o la presencia de calvas en el césped, favorecen la aparición de este elemento. Para combatirlo debemos combinar un correcto mantenimiento del jardín con el uso de productos químicos que consigan necrosarlo.
Estas tareas de mantenimiento pueden haber resultado un poco arduas, sin embargo, piensa en la recompensa: tendrás toda la primavera y el verano para disfrutar en tu hogar de un césped verde y sano. Y si necesitas ayuda siempre puedes acudir a nuestro equipo de profesionales para el mantenimiento de tu jardín en Valladolid.